Sunday, October 20, 2013

Y mientras tanto en Oaxaca…


Para la pequeña Camila,
 quien inicia la larga aventura de navegar por la educación y el saber. 

Buen viento, diminuta argonauta.

De Thomas S. Raffles se dice que tenía esa tan extraña combinación británica de ambiciones bucaneras a la Johnny Deep, erudición al estilo Dichosa Palabra y estilo misionero. Me refiero a la sensación de tener una misión moral. Como en casos similares terminó muy lejos del bello clima inglés, hasta el sur de Malasia, trabajando para la Compañía Británica de las Indias Orientales. De aquellos tiempos escribió su Historia de Java(nada que ver con la industria textil), colectó decenas de especies de flora y fauna, lo que más tarde le ayudó para ser presidente del Zoológico de Londres. En su área de influencia prohibió el esclavismo y tráfico de opio, lo cual seguro no le ganaría la amistad del Güero Castañeda ni de  Diego Luna. 

En fin, que Raffles también fundó Singapur. De las primeras acciones que realizó fue la creación de escuelas. El famoso Raffles College, llamado así en su honor dio cabida varias décadas después a un nieto de inmigrantes que huía de una revuelta que costó 25 millones de vidas. Ese muchacho se convirtió en el controvertido primer ministro Lee Kuan Yew. Lee se enfrentó a la disyuntiva de gobernar una isla sin recursos naturales de ningún tipo, sobrepoblada y rodeada de vecinos nada amistosos como Malasia e Indonesia. ¿De qué vive Singapur? En 1960 la escolaridad promedio de Singapur era de tres años, la misma de México en esa década. Para 1995 los resultados de las pruebas de TIMSS de ciencia y matemáticas ubicaron a sus estudiantes adolescentes en los primeros lugares. No se han movido desde entonces. México ahora tiene 7 años de escolaridad, pero en las pruebas internacionales termina siempre con resultados que indican habilidades de tercero de primaria. Sigan regalando certificados. En las pruebas PISA con frecuencia terminamos en  el número 63 de 30 países gracias a que alguien en la OCDE evita el pertinaz aburrimiento europeo invitando a potencias educativas como Jamaica.

La economía de Singapur, una de las más altas del mundo, se fundamenta, pues, en lo que saben sus habitantes.

Al otro lado del Pacífico tuvieron las mismas ideas. En 1886 cuando Vancouver era solo un puerto maderero al que acababa de llegar el ferrocarril cargado de puritanos metodistas y presbiterianos que huían de las cantinas, su ayuntamiento pidió la donación de un gran predio al ejército para la edificación de la Universidad de Columbia Británica.  Esas decisiones siguen teniendo efectos hasta nuestros días.  La educación ha sido uno de los ejes del alto nivel de vida de la ciudad. Sin embargo, dado el poco entusiasmo reproductivo de los Canadienses nativos, la migración ha sido fundamental para Vancuver.  Y aquí aparece de nuevo el factor educativo. El 40 % de sus habitantes nacieron fuera de Canadá, pero más de la mitad de ellos tiene un título universitario.

Boston es un cliché de ciudad del conocimiento. Su fundador John Winthrop, llegó a Massachusets con la idea de detener el avance jesuita en América. Como buen protestante pensaba que la única forma de conocer la voluntad de Dios, la “creación” y de tomar decisiones personales era leyendo y discutiendo la Biblia; por lo tanto había que ensañar a leer (y a discutir); por lo tanto había que fundar escuelas. En 1635 los habitantes se cooperaron para crear la Boston Latin School. Un año más tarde usaron más de la mitad de los impuestos para crear una universidad (así como lo ve, contribuyente lector, impuestos). A eso había que agregar 375 libras y una biblioteca donadas por el pastor puritano John Harvard. Los Jesuitas tomaron venganza fundando Boston College en 1863, pero los metodistas les regresaron un jap con la Boston University en 1871. El MIT, una especie de IPN estatal, llegó poco después. Desde su origen la ciudad de Boston ha trastabillado con irse a la ruina más de una vez emulando a Juan Manuel Márquez medio noqueado. Ha pasado de ser centro comercial, astillero, metalúrgico, informático, a biomédico. Boston, por supuesto. Lo que le ha permitido sobrevivir ha sido la educación. De nuevo a Boston, aunque en eso Márquez sobresale más que cualquier boxeador.

El ejemplo opuesto (sólo en apariencia) es India que en su larga y milenaria historia ha amenazado de vez en cuando con salir de la ruina. Aunque hay que decirlo, solo con la llegada de los británicos esos intentos lucen un poco más serios que una pelea del Canelo.

A finales del siglo XVIII William Carey un antiguo zapatero que en lugar de dedicarse a sus zapatos, decidió convertirse en lingüista, viajó a la India para terminar fundando la primera Universidad local. Para variar fue misionero, traductor de la Biblia, divulgador científico, astrónomo aficionado, horticultor y botánico. Carey influyó fuertemente en Rajá Rammohun Roy, un erudito hindú que se opuso a que las 100 mil rupias para educación de la Compañía Británica se usaran en la enseñanza de los idiomas clásicos, en lugar de emplearlas en enseñanza básica en lenguas nativas. Roy escribió en 1833 al gobierno inglés que “la mejora de la población nativa debe promover un sistema (educativo) que abarque (…) las matemáticas, la filosofía natural, la química y la anatomía y otras ciencias útiles (…)”.

Ante la imposibilidad de cumplir la orden de contratar funcionarios indios de alto nivel, el gran antiesclavista Lord Maculay le escribió al Parlamento Inglés que la única forma de lograrlo era “educar a nuestros súbditos para que tengan una capacidad de mejor gobierno; para que (…) en alguna edad futura puedan demandar sus propias instituciones. Ese día será el día más glorioso de la historia inglesa.”

Aquellas semillas dieron fruto.

En 1908 el innombrable (solo por su nombre) Mokshgundam Visvesvaraya (dejémoslo en MV), se convirtió en primer ministro del principado indio de Mysore. Mandó construir presas, hidroeléctricas, acerías y lo más importante, escuelas. ¿La razón? Simple; la infraestructura puede ayudar a que la gente salga de la pobreza, y si está bien hecha se volverá obsoleta. Si no, le pasará lo que a la Autopista del Sol. Por el contrario, la educación permanece pues una generación bien educada puede educar a la siguiente. Y no solo reconstruir las presas, las autopistas y las presas, sino hacerlas mejor. Eso le pasó a Bangalore la capital de Mysore. Se convirtió en la sede de muchas de las grandes empresas indias del siglo XX, únicamente como antecedente de ser el gran centro de desarrollo informático que es hoy. El crecimiento económico de Bangalore es de más del 10% anual, su alfabetización es del 75%, y los grados universitarios del 20%, con una de las tasas más bajas de suicidios (20/100 mil) de India (de los cuales solo el 1.7 % entre los más educados).

Es claro, educarse mejora las posibilidades de vida de las comunidades.

Eso lo entendía muy bien Susana Wesley a fines del siglo XVII cuando escribió que “poner a las niñas a coser y fregar antes de que puedan leer correctamente es la razón de que tan pocas mujeres puedan leer lo suficientemente bien como para ser escuchadas y nunca lo suficientemente bien comprendidas.” Tal vez por ello, muchos años después la Enciclopedia Británica describiría a su hijo, John Wesley, fundador del metodismo, como el hombre que había hecho más en la historia por educar a Inglaterra.

Y mientras tanto en Oaxaca…

Según el INEGI el 16% de la población oaxaqueña no sabe leer ni escribir. Esta cifra de miedo se vuelve de terror entre las mujeres donde llega hasta el 20%. Algunos municipios como Santa María Asunción sobrepasan el 55%

Lo bueno es que Oaxaca hay 50 482 maestros de educación básica con boleto pagado, para 900 mil alumnos en total; 18 alumnos por maestro. Lo malo son los resultados. De acuerdo con la prueba ENLACE los alumnos oaxaqueños se encontraban en la categoría insuficiente o elemental en un 95%. Cuando los maestros de la CNTE impidieron su aplicación, el resultado mejoró llegando en 2013 solo al 85% de alumnos, digámoslo sin eufemismos, reprobados.

Por eso entiendo a mis amigos y conocidos académicos universitarios de izquierda, que tan fuertemente veo que apoyan en Facebook a los maestros de la CNTE, que no lleven a sus hijos a una escuela pública, sin contar con que ninguno de ellos mismos se formó en una.

Recuerdo a una querida amiga cuando tuvo que tomar la decisión de inscribir a su hijo a la primaria. Le pregunté por qué no lo mandaba a una escuela pública. Me respondió que “tendrías que odiar mucho a un hijo para mandarlo a una escuela pública. Sería un crimen.” Mi amiga, académica universitaria de izquierda, tenía toda la razón. Su pequeño hijo tendría más oportunidades en una escuela de Puerto España que en Oaxaca. Las pruebas PISA ubicaron a Oaxaca en el 2012 con 391 puntos en Ciencias, contra 458 del DF, 419 del país, 501 del promedio de la OCDE y debajo de Trinidad y Tobago con 410.

La escuela pública es estratégica porque permite que ahí confluyan personas de distintos orígenes, lo cual alivia tensiones, mejora la comprensión de la otredad, elimina prejuicios y propicia la justicia.
Eso se comprende bien en Finlandia donde el pago a los maestros es bastante generoso, pero la exigencia de preparación y de evaluación es muy alta de acuerdo con la embajadora de ese país en México. Porque a esas personas se les encargan la mente y el alma de los hijos.

Pero no seamos tan duros con los profes de la CNTE. Algunos tienen condiciones laborales nada buenas. La foto de un talón de pago de tres mil pesos fue trending topic en la webósfera. ¿Y porqué gana tan poquito un maestro oaxaqueño? Bueno, algunos porque su plaza es como un tiempo compartido. Según el informe de seguimiento a las plazas magisteriales oaxaqueñas “Oaxaca está dividiendo horas y asigna plazas (…) pagando más del 78 % de las autorizadas", por lo tanto, cuatro de cada cinco maestros de Oaxaca no tienen la autorización de la SEP para su contratación”. El reporte se entregó a la Cámara de Diputados donde hace las veces de soporte para Ipad.

Pese a todo un estudio del Banco Mundial, indica que en Oaxaca 20 % estudiantes de nivel superior lo hacen para maestros. ¿Y para qué quieren ser maestros con esos salario tan gachos?

 Si bien la paga no es mucha, las prestaciones son amplias.

Solo tiene que entrar a una escuela normal oaxaqueña, magisterial lector,  y sus nietos podrán jubilarse. Cada año se jubilan alrededor de mil 600 maestros, aproximadamente la mitad de las plazas que se desocupan son heredadas por los hijos de los jubilados; el resto automáticamente a los egresados de las normales. Además tendrá largas vacaciones, viajes pagados a la bella capital nacional cada año, podrá sacar el Bansky que lleva dentro grafiteanado el Ángel de la Independencia, hacer realidad su sueño infantil de ser luchador aplicándole una tomoe enague invertida a ese reportero que siempre le cayó gordo en la tele. Y en una de esas negociar una placita de 90 mil pesotes como su dirigente y de paso sacar de la carrera presidencial a conocido alcalde capitalino, que además de todo, en una de esas hasta termina ganando menos que usted ...

Y no solo eso. Como veían que resistía, pueden invitar a sus amigos. En 2009 la SEP autorizó para Oaxaca poco más de 50 mil plazas; para 2010 el número de profesores contratados llegaba a 98 mil 70, entre “eventuales”, por “contrato” y con plaza. Más los 1, 500 que le acaban de dar para que inicien las clases.

Con todos esos nuevos mini puestos, más los miles de comisionados sindicales pagados y que no dan clase, más sus sustitutos interinos, es que puede explicarse el bastante documentado desvío de dinero del gobierno oaxaqueño a la Sección 22. En los últimos tres años son más de 1,500 millones de pesos de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación. Eso sí, en las negociaciones no pidieron cursos, intercambios académicos, equipo, libros. Hace poco me senté en una banquita junto a una maestra de la Sección 22. Le cuestioné qué porqué no venía la mitad de maestros de cada escuela a suprotesta, mientras la otra mitad que se queda podría hacerse cargo de los grupos. Me preguntó que para qué harían eso. Fue una respuesta honesta; no entendía para qué. Días más tarde en el plantón la CNTE me encontré a un grupo de niños de secundaria, de pinta y fumando…mientras un maestro gritaba por un micrófono algo sobre la revolución y la educación. Miles de maestros a su alrededor y nadie les decía nada. Después de decirles que fumar era una pendejada, les pregunté si no habían visto el tema en su libro de Ciencias 1. Nunca usamos el libro. Ayer mismo le tuve que gritar a una maestra que no tirara la basura en la Alameda. En la fonda donde como, la doñita cocinera ya no quiere recibir a los “maestros” porque les encanta hacerle la estudiantil y jocosa broma de pagarle con billetes falsos.

Por supuesto, quién entregaría a sus hijos a estas personas. Tristemente la privatización de la educación ya ocurrió y la CNTE ha sido uno de sus grandes promotores. En Oaxaca el dueño es la Sección 22. Por estas razones cada grupo social tiene sus propias escuelas generando castas que tratan de protegerse e impiden la movilidad social. Y así llegamos a que los niños criollos esté agazapados en conocido colegio con nombre de capital ibérica y los niños campesinos mixe estén tirando su vida con los maestros de la CNTE.

¿Qué tal si lo invertimos aunque sea un añito?

Aunque eso no solucionaría el problema, solo lo democratizaría un poco. Lo mejor sería que se cobrara un impuesto a la educación privada que fuera directamente a la educación de los municipios más pobres. Sin embargo eso no va a ocurrir, el feroz e inmoral cabildeo para que el pago de la educación privada continúe siendo deducible de impuestos mantendrá la vergonzosa realidad de que los padres de esos niños campesinos mixe subsidien con sus impuestos la educación de los más privilegiados de este país.

¿Así o más conservadores?

El movimiento magisterial de la CNTE (y sus seguidores) no son un movimiento revolucionario, ni educativo, ni progresista, por el contrario se trata de un movimiento conservador que busca mantener el fuero patrimonial de su poder. Lo han logrado parcialmente. La evaluación en realidad quedó en 300 mil evaluaciones al año al azar con tres oportunidades para aprobar. Si no pasa usted a la primera, camarada mentor (y la mayoría no lo hará, les apuesto un rico mango con miguelito), tiene un año para presentarla de nuevo. Si no pasa la segunda (y la mayoría no lo hará, les apuesto un rico y calientito tamal oaxaqueño), tiene un año para presentarla de nuevo. Si no pasa la tercera (y la mayoría pasará con 6, les apuesto un rico y sabroso chamoy), me lo comisionan a una oficina.

Con matices en todo México, pero en especial en Oaxaca, Guerrero y Chiapas, hemos hecho exactamente lo contrario que la familia Wesley, Kuan Lee, Roy, Maculay, MV, Carey, Harvard, Winthrop o Raffles. El resultado es que tenemos un rinconcito de la India del siglo XVIII en el sur de México; hambre, enfermedad, alcoholismo, explotación infantil, misoginia, racismo.

Es cierto aquello de que “si puedes leer esto se lo debes a un maestro”; el problema es que si escribes ola ke ase, también.