Sunday, March 07, 2010

El avatar de ávatar


La palabra avatar en castellano significa una circunstancia o situación, generalmente una dificultad a vencer. Como lo fue llegar al final de la película ávatar de James Cámeron. En este caso el Ávatar anglosajón no proviene del francés sino del sánscrito y se refiere a una forma de reencarnación. Es así que el título de la película se explica por si sólo. De hecho es lo único que se explica correctamente en la película. Ya no están en Kansas dice uno de los personajes a los recién llegados a Pandora, el nuevo mundo a descubrir tras cinco años de viaje a años luz de distancia según nos dicen. Ésta referencia al Mago de Oz es la primera de una sucesión interminable de fusiles de otras películas e historias. Más adelante, el malo del cuento explica que éste planeta satelital no está habitado por Ewoks, sino por los Na Vi, una población indígena de humanoides con huesos reforzados con fibra de carbono (marca 3M) y que usan flechas con una neurotoxina que detiene el corazón. Humanoide fue el guionista. Nuestra conformación de vertebrado, simetría bilateral, sexuados, fecundación interna, cabeza, orejitas, ojos pizpiretos y andar bípedo es tan improbable y poco práctica que ni en nuestro planeta somos la onda. Sólo mire el lugar que ocupamos en medio de la diversidad de formas.

Vamos ni siquiera el ADN como material hereditario sería la primera opción en otro planeta. Del esqueleto reforzado con fibra de carbono (la misma que es blanda como tela hasta que se barniza con resina y se moldea a alta presión) mejor no hablamos. En fin que para ganarse la confianza de los nativos inventan los avatares creados mezclando ADN humano y ADN Na Vi. Si el objetivo es parecerse físicamente a los nativos para que confíen, ¿entonces para qué mezclan ADN humano que los haría parecerse menos?


De hecho ¿para qué los mezclarías si sólo se conectan como en Matrix, Ghost in the shell o Neuromante? Y bueno de la ética de crear un organismo para ser una marioneta no mencionaremos nada. El genio detrás de esta gran idea es mi colega Grace Agustine, personaje también con mezcla de ADN, en este caso entre la teniente Ripley de Alien y Dian Fossey de Gorilas en la niebla. Es curioso que la primera aparición de Agustine sea una escena casi igual a una de Aliens dirigida por el mismo Cámeron. Según el personaje de Sigourney Weaver, Pandora es el ambiente más hostil conocido por el ser humano. ¿Una selva tropical llena de flores iridiscentes con nativas semi desnudas que bailan como hippies de Avándaro? Si ese es el ambiente más hostil que pudo imaginar el director y guionista suponemos que su vida no ha sido muy difícil.

¿Y a que van los humanos tan lejos? Pues por el cochino dinero encarnado en un ávatar mineral. El octanio (cuyas propiedades voladoras son la envidia de cualquier gurú levitante) es un mineral que se vende a 20 mil millones de dolares el kilo, nos dice un personaje. ¡!el kilo?! ¿Cuánto pesa un kilo de algo que no pesa? Total que finalmente vemos como son los avatar, que son igualitos a los nativos, que a su vez son igualitos …a nosotros. Hasta dedo chiqito del pie tienen. Sí, los navistas son primates.






Eso si, azules y con cola. Es más son tan parecidos a los humanos, que usted, lector, lectora humanoide, se puede transformar en un Na Vi en 10 segundos, gastando algunos millones menos que el buen James Cámeron.

Y después de todo, los personajes finalmente se van a la selva. Y en ella todo el mundo se pregunta porque hay plantitas fluorescentes. Pero en realidad la pregunta más importante es ¿por qué hay plantas? ¿Y por qué son verdes? Y es que la existencia de la clorofila como molécula captadora de energía luminosa también es una excentricidad terrícola. Incluso una atmósfera con oxígeno lo es. Bueno ¿y por qué hay aves?? Es más por qué hay bamboo, helechos y palmas camedoras? Y lo más perturbador, ¿porqué una botánica se quiere llevar muestras de especímenes de palmas que encuentra en puestos de jugos y licuados? Y tras estos sobre saltos intelectuales aparecen los primeros animalotes que son unos brontotherios como los que enfrentó Sid de manera casi idéntica en el inicio de la Era del hielo.

Pero cómo no llegó Mani a salvarlo tuvo que correr ante la presencia de un depredador enorme y casi idéntico a un dientes de sable. De los caballos mejor no decimos nada. Menos mal que es un mundo totalmente nuevo en medio de tanto refrito hollywoodense, como lo dijo Cámeron en una entrevista para MTV.

Mientras tanto para defenderse de las hienas nocturnas (otros seres salidos de la delirante creatividad del director) nuestro protagonista usa una antorcha impregnada de brea que enciende. ¿Cómo lo supo si nunca había estado ahí? Y la enciende con un artilugio de super alta tecnología: cerillos. Que además no se mojaron cuando, en otra escena nunca vista en el cine, se avienta a una catarata para escapar. Luego pos ya se enamora de la nativa sexi, bien al estilo Pocahontas, pero como estamos en el bicentenario diremos que como Gonzalo Guerrero, el conquistador español que se casó con sexi yucateca y unió a los mayas para defender la Ceiba sagrada del ataque del tecnológico Imperio Español.

Y así los malos (con su mala tecnología sin la cual no se filma la película) atacan a los buenos aborígenes, en la mítica batalla de Éndor. Con helicópteros, aviones y robotechs que se manejan con realidad virtual.¿Y si se manejan con realidad virtual, por qué no los manejan a distancia como ya se hace hoy en día?. ¿Y si los robotech tienen dedo meñique, tendrán ombligo? También nos enteramos que entre su armas de super tecnología cada robotech lleva…un cuchillo. Y mientra daba vueltas en mi butaca me preguntaba, si el octonio flota ¿porque las naves siguen usando el principo de impulsar un gas a gran velocidad para volar? Igual porque el kilo está muy caro. ¿Y por qué son tan gandallas con los Navistas en lugar de llevarse las montañas flotantes que suponemos están llenas de octonio?

La verdad es que ni siquiera la presencia de la mega sexi Michelle Rodríguez salva a este mazacote fílmico resultado de una mente infantil. Ávatar es una colección de absurdos conceptuales, diálogos incoherentes, historias elementales, lugares comunes cinematográficos, sostenida sólo por efectos especiales. Sin efectos Ávatar es una película serie B más cercana al racismo de los primeros tarzanes y hermanada con el Mundo de Colitas y Odisea Burbujas. Del discurso new age, la “energía” que nos une a la naturaleza, y la imagen del buen salvaje ya ni que decir. Si esto último que escribo es cierto, al menos parcialmente, imagine lo que nos dice que esta sea la película más taquillera de todos los tiempos, y que Evo Morales crea que es un símbolo de la lucha contra el capitalismo.

Mi esperanza en este momento, es que no ganará el Oscar a mejor peli, que con el nuevo sistema de votación la ex de Cámeron nos vengará a todos, incluyendo cualquier alienígena ofendido, evitando que nos invadan con su alta tecnología y nos roben el petroleo.

2 comments:

Orquídea Flores Méndez said...

No seas tan exigente, finalmente se trata de:
1. La obra de una mente humana mal acostumbrada a ver a todo lo que no se parece a ella (hombre, blanco, barbado, rico y guapo) como salvajemente diferente, de ahí la necesidad de crear la imagen del "buen salvaje".
2. Por sí fuera poco, extremadamente androcéntrica: todo en otros mundos debe tener 4 extremidades y 5 dedos...

No pidas demasiado, es simplemente "la oscuridad en su incesante lucha por avanzar"....
Beso!

Anonymous said...

Hola, como todo filme, siempre existen los que como tu solo ven las manchas y las críticas, no podemos ser perfectos, acaso tu lo eres?? Que podemos esperar entonces de la creación de un ser imperfecto...por transitividad esta tine las mismas características de su creador: la imperfección. Por lo demás, deberíamos aprender mucho de los Navi y aprender a querer nuestro planeta, protegerlo y cuidarlo a costa de todo, no todo lo que es civilizado y cómodo es bueno, a nos hemos apartado tanto del camino que todo aquello que es diferente a lo que la mayoría piensa es malo, hay que arrancarlo y exterminarlo, no hay que ir a Pandora, aqui mismo en nuestra querida Tierra está pasando.
Espero todos algun día tomemos conciencia de esto y miremos al planeta como una red, como un solo ser viviente, integrado por la pequeña y mísera existencia de cada uno de nosotros, como una sola mente integrada por toda la humanidad.

Hasta siempre!

Jonathan P. Miller