Monday, May 04, 2009

Epidemia 5

Hace unos días en el New York Time el Dr. Peter Paluse del Centro Médico monte Sinaí publicó varios de los argumentos que se deben considerar para tener recelo de esta epidemia viral o para estar optimistas ante la misma. Usando parte, tanto de esa información y como la que ha estado actualizando el Dr. Vincent Racaniello del Departamento de Microbiología de la Universidad de Columbia, trataré de documentar un poco el pesimismo y optimismo desbordantes en los que oscilamos.

 Debe preocuparse porque

 1. El virus de la influenza porcina (ahora humana A/H1N1) es parte del mismo grupo de virus que provocó la mortal epidemia de 1918

2. De verdad se transmite de humano a humano y ya ha sido aislado en cuatro continentes, al contrario de otro tipo de virus como el del a gripe aviar. El virus de la gripe aviar requería de grandes cantidades de virus para generar una infección, amén de que nunca pudo comprobarse fehacientemente el contagio de un humano a otro. Las personas se infectaban a partir del contacto con aves de corral como pollos y gallinas.

3. Este virus parece tener una fortaleza poco común al aparecer en brotes epidémicos fuera de temporada. Es realmente extraño encontrar virus de influenza durante estas fechas en el hemisferio norte, justo cuando el invierno austral da inicio. Esto podría mandar a la epidemia hacia el sur, donde al menos en Nueva Zelanda y Australia hay casos ya comprobados.

4. La adquisición de genes de otras variedades de virus de la influenza humana o de otras especies le ha conferido estas poco comunes características. Este es un proceso natural en muchos virus, sin embargo es un proceso que no puede ser predicho.

 Pero no se preocupe tanto porque

  1. El ya multicitado brote de 1976 en Fort Dix, aún comprobándose el contagio entre personas al final no result ser demasiado virulent. Es bastante probable pensar con los datos actuales este tampoco sea tan virulento como el de 1918. Su virulencia parece ser cercana a la de otras variedades de influenza.
  2. El factor estacional parece estar afectando su expansión. Así que deje de quejarse de este maldito e insoportable calor.
  3. El virus carece de características moleculares presentes en la cepa de 1918 y en la de la gripe aviar de hace unos años, en especial una proteína llamada PB1-F2, que al parecer se relacionan con su alta patogenicidad.
  4. La experiencia adquirida  puede ser de gran ayuda en el desarrollo de estrategias de contención, desarrollo de nuevos antivirales y sobre todo algún tipo de vacuna universal para todas las variedades de influencia. Ha sido un buen susto propedéutico.

 Así es que tranquilícese, pues no se trata de una guerra bacteriológica, ni de una estrategia para distraernos mientras venden a Pemex. Y lo más importante, hasta donde se sabe, ni la epidemia ni el temblor son signos y señales del apocalipsis. Ahora bien, en caso de que llueva sangre o vea un puerquito con alas frente su ventana, olvide todo lo que ha leído en esta página y por favor tenga en sus oraciones al escritor de este blog.

 ¿Sigue sientiéndose en el armagedón?

alphaville_clone@hotmail.com


1 comment:

Alicia Saldívar said...

¡Eso! Tienes razón. Nos falta una teoría sobre los aliens... Pero a estas alturas de la epidemia, creo que ya no será posible, pues mañana comenzamos el lento retorno a la neurótica normalidad chilanga.
¡Saludos!